sábado, 11 de julio de 2009

llantas contaminacion e inrespeto

Llantas, contaminación e irrespeto
He leído con interés un artículo en Panamá Profundo donde Héctor Endara relata una visita de autoridades de la ANAM y el Ministerio de Salud a la empresa El Llantero, sucursal San Francisco.
Los que piensan que el artículo es una necesad porque es bueno reparar llantas, y porque los que tengan que salir de la acera para andar sobre la calle mientras los autos de los usuarios de la empresa están en el lugar de los peatones, se equivocan. Por la sencilla razón de que las máquinas NO SON más importantes que las personas; mal que le pese a las autoridades que, sin duda, no tolerarían que sus hijos tuvieran que tirarse a la calle, exponiéndose a que los atropelle un carro, sólo porque otro carro está sobre una acera hecha PARA CAMINAR.
El caso planteado por Héctor es apenas un botoncito de muestra. En la Ciudad de Panamá ha habido un aumento tremendo del número de carros, y por ende del humo de éstos. Ese humo es tóxico, contiene plomo, monóxido de carbono y otras sustancias que acortan la vida. Estudios ecológicos y médicos lo comprueban, no es necesario citarlos. Las autoridades no regulan eso, porque no les importa la vida de las personas.
Es más, Panamá es una ciudad junto al mar. La brisa marina puede dispersar esos gases, ayudando así a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Pero, zas! Las autoridades permiten que se construyan edificios gigantescos que no permiten que el aire fluya. El resultado es una especie de caldero de gases tóxicos. Pero claro, a las autoridades y la rabiblanquera nos les importa porque ellos viven y trabajan en aire acondicionado y van los fines de semana a Coronado o toman cruceros por el caribe, donde el aire es limpio.

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